El talento colombiano se ve reflejado en las cooperaciones que han tenido distintos personajes que han sido partícipes de varios proyectos que la nasa ha hecho de investigaciones y en pruebas piloto de la nasa. A lo largo de la historia de los viajes espaciales quedará registrado que con unos paños colombianos, fabricados en Usaquén, se forró la cabina de la primera nave tripulada que realizó un alunizaje, el Apolo 11. Textiles Huatay, la empresa nacional que desarrolló ese tejido, fue elegida en una licitación internacional porque cumplió con los tres requisitos exigidos por la NASA: ser incombustible, térmico y repelente a la estática.
Siendo una de las primeras participaciones colombianas en proyectos de gran extensión de la Agencia Espacial. Entre ellas, también se destaca el aporte del sacerdote y geofísico bogotano René van Hissenhoven quien también colaboró con el proyecto Apolo 11 como miembro del equipo del Observatorio de Boston que calibró los primeros sismógrafos que serían instalados en la Luna.
Es muy importante resaltar la participación de colombianos que dejan en alto el nombre del país en el exterior. Así es el caso de una mujer que desde pequeña quiso devorarse el universo. Y aquellos puntos lejanos de luz que veía en el firmamento eran su mayor inspiración. Entonces, se imaginaba recorriendo hasta el confín del sistema solar. O haciendo parte de la legendaria misión de Viaje a las Estrellas, junto al capitán Kirk y mister Spock. Jugar con animales y un juego de química era lo que a su corta edad le llamaba la a tención a la científica barranquillera Adriana Ocampo más que las muñecas que por más lindas que fueran no era pasatiempo de su preferencia. De esta manera sintió una gran curiosidad de saber más sobre lo que ella veía cada noche y después de esas charlas que tenía en las noches con los astros, al paso del tiempo se inclino a estudiar el fantasioso mundo de las estrellas. Tras recorrer un largo camino, Adriana Ocampo Uría es toda una experta en el campo científico. A lo largo de su carrera a obtenido grandes reconocimientos por la revista Discovery como una de las 50 mujeres más importantes de la ciencia; protagonista de la misión que confirmó que no había anillos alrededor de Marte; fue la primera en identificar el cráter de impacto que dio raíz a la extinción masiva de los dinosaurios y hoy dirige una importante misión de la Nasa: Juno, que explorará a Júpiter, el planeta más grande del sistema solar.
Siendo aún estudiante de secundaria en Los Ángeles se sumergió en el mundo sideral, en el Laboratorio de Propulsión Jet, dedicado a la exploración del sistema solar. Allí se vinculó a la Nasa como ayudante técnica, en 1973. Cuando terminó el colegio le ofrecieron la oportunidad de seguir en el centro espacial. Mientras iba a la universidad le dedicaba 20 horas a la semana a sus oficios, todas las noches, y fines de semana.
Desde esa época, otro selecto grupo de colombianos se ha sumado a la NASA para liderar o participar de manera activa en avanzados proyectos de diseño de dispositivos aeroespaciales y de investigación científica: Luis Enrique Rodríguez. Nacido en La Dorada (Caldas). Se encuentra radicado desde muy joven en Estados Unidos. Su propuesta de un microprocesador para estudiar el efecto de la microgravedad en el cuerpo humano lo llevó a vincularse a la NASA, donde tuvo a su cargo la seguridad técnica de los experimentos de las misiones espaciales.
Rosendo Naranjo. Nació en Cali en 1940. Estudió inglés en Estados Unidos e hizo parte de la Armada de ese país. Tras su retiro de la institución militar, se especializó en Ingeniería Aeroespacial y se vinculó a la NASA. Ha colaborado en proyectos como el transbordador y su acoplamiento con la estación espacial rusa Mir, y en la Estación Espacial Internacional.
Jaime Forero. Nació en Bogotá en 1951. Este ingeniero mecánico trabaja desde 1996 en la Oficina de Astronautas de la NASA, encargada de verificar que todo funcione correctamente en el transbordador.
Fernando Peralta. Ingeniero mecánico de la Universidad de los Andes, especializado en Astrodinámica en la Universidad de Texas. Tras ser admitido en la NASA, trabajó en la sonda Cassini y luego en un estudio que detectó la antigua presencia de agua en la superficie de Marte. Actualmente, es el científico encargado de trazar las rutas de algunas naves interplanetarias dentro del Jet Propulsion Laboratory.
Adriana Ocampo. Nació en Barranquilla. Se graduó en Geología Planetaria e hizo parte del equipo que descubrió en la península de Yucatán el impacto que causó la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años. Actualmente, trabaja en la posibilidad de enviar robots a Júpiter en 2016 y humanos en 2020.
David Ardila. Nació en Bogotá en 1969. Es físico de la Universidad de los Andes con un doctorado en astrofísica de la Universidad de Berkeley. Hace parte del equipo que opera el sofisticado telescopio infrarrojo Spitzer de la NASA, puesto en órbita en el año 2003.
Brenda Isaza. Caleña. A los 11 años llegó a Florida. La destrucción del Challenger la motivó a estudiar Ingeniería Aeroespacial y a vincularse a la NASA. Trabaja para el contratista Boeing en el Centro Espacial Kennedy con simulaciones en tercera dimensión para el transbordador Atlantis. Tiene, además, la misión de verificar el ensamblaje y el procesamiento de la carga lanzada a bordo de esa nave.
George Zamka Pérez. Estadounidense de origen colombiano por línea materna, es matemático, ingeniero, piloto de pruebas y astronauta. En octubre de 2007, a los 45 años, tuvo la oportunidad de pilotar el transbordador Discovery en un viaje de 15 días. A su regreso a la Tierra visitó Bogotá, donde le entregó al presidente Álvaro Uribe una pequeña bandera de Colombia que había llevado consigo al espacio.
De esta manera se puede resaltar no sólo los alcances y participación de colombianos en la ciencia, sino que el país sea reconocido por grandes personas que poseen un gran talento en las ciencias espaciales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario